domingo, 2 de agosto de 2009

LA FUNDADORA DEL PRADO


Isabel de Braganza. 1829. Óleso sobre lienzo. 254x172cm. Bernardo López Piquer.
Museo del Prado

Muy pocos portugueses saben que la fundadora del Museo del Prado de Madrid fue Maria Isabel de Braganza, lisboeta, hija del rey portugués Don Juan VI y de Carlota Joaquina de Borbón, que se convertiría en reina de España tras casar en 1816 con su tío Fernando VII. Algunos aficionados a la historia, y más particularmente a la historia del arte, llegan a descubrir que el que hoy es considerado uno de los más importantes museos del mundo, se fundó gracias a una portuguesa. Pero a pesar de ser uno de los museos que más visitan los turistas lusos, este importante dato pasa desapercibido para la mayor parte de ellos.
De forma casual Nuno Lima de Carvalho, director de la Galería de Arte del Casino de Estoril, y un gran amante de España, tuvo conocimiento de la noticia. Su nieto participó en la primera Ruta Ibérica que desde hace tres años organiza el periodista Agustín Remesal con jóvenes de los dos países. En una posterior reunión que los “ruteros ibéricos” realizaron a Salamanca visitaron la exposición “El retrato español en el Prado (de Goya a Sorolla)”, cuyo catálogo acabaría siendo un regalo para su abuelo. “Viendo este magnífico libro descubrí el retrato de la reina María Isabel de Braganza, en donde señalaban que era la fundadora del Museo del Prado”, explica Lima de Carvalho a ABC.
Una agradable sorpresa que le llevó a investigar todos los datos relativos posibles. Aficionada a Bellas Artes, Maria Isabel de Braganza practicaba la pintura y según cuentan los biógrafos, logró convencer a su marido para convertir el edificio de Juan de Villanueva, destinado en origen a albergar un Gabinete de Ciencias Naturales, en museo de arte. A Fernando VII le agradó la idea de poder guardar en este espacio todas las obras de arte de la Corona. El retrato que se conserva en el Prado fue pintado por Bernardo López Piquer, hijo de Vicente López. Datado en 1829, fue realizado once años después de la muerte de la reina, que falleció cuando daba a luz. En dicho retrato, Maria Isabel de Braganza apunta con el brazo derecho al edificio del museo que se ve a través de una ventana. Su mano izquierda está apoyada sobre una mesa, por encima de planos del museo. Los historiadores han destacado la importancia de este retrato con el cual la reina está representada como fundadora del museo.

Fachada del Museo del Prado pintada por Goya

Lo más sorprendente para Lima de Carvalho fue descubrir que tantas personalidades portuguesas desconociesen tan relevante hecho, y que incluso la familia de Braganza (Herederos al trono de Portugal) o en la Embajada de Portugal en España no se tuviese constancia de ello. “¿Cómo lograr divulgar la noticia?”, pensó, y entre sus ideas nació la de crear un premio de pintura con el nombre de la reina, que ya ha celebrado su primera edición. Además comenzó a escribir una carta a muchos alcaldes de Portugal, para informarles y al mismo tiempo buscar su apoyo para esta divulgación. El resultado está siendo muy positivo, pues hay ayuntamientos que han decidido dar el nombre de la reina Maria Isabel de Braganza a algún monumento o calle de su ciudad. Otro de los contactos realizados ha sido con la asociación de agencias de viajes, con el fin de poder divulgar la noticia a los turistas portugueses que visitan la capital española.
El cuadro en estos momentos no está expuesto, pero está previsto que vuelva a estar en una de las salas del Prado dentro de unos meses. Lima de Carvalho recuerda que los españoles no olvidan ni esconden el hecho de que haya sido una portuguesa la fundadora del Prado y lamenta que sea desconocido por la generalidad de los portugueses. Se merecía, al menos, “que constase su nombre en la toponimia de los centros urbanos y que su labor fuese registrada en los libros escolares de Historia”.

Belén Rodrígo. ABC Diario. 02-08-2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha encantado el cuadro de Goya del Museo del Prado. Así era...parece que estuviera en medio del monte. Precioso.

Y muy interesante esta entrada, gracias!!

Sianeta

EL TIEMPO, GRAN ESCULTOR.

La erosión debida a los elementos y a la brutalidad de los hombres se unen para crear una apariencia sin igual que recuerda a un bloque de piedra debastado por las olas. Alguna de estas modificaciones son sublimes y añaden una belleza involuntaria, asomada a los avatares de la historia, debida a los efectos de las causas naturales y del tiempo. La Victoria de Samotracia es ahora menos mujer y más viento de mar y cielo...